Por esas casualidades que permiten conocer a grandes personas, esos días en los que andas completamente perdida y acabas encontrando la solución justo en frente.

Doy gracias al azar por días como los de este año, por hacerme ver que cuando menos te lo esperas y aún creyendo no necesitarlo, aparecerá alguien que cambie todo por completo, que esté ahí. Por los que repiten la película sólo por estar un rato más, por las canciones transcritas y otras tantas por escribir, por las fotos a contraluz,  por los viajes en el tren, por cada ida y venida y las historias de cada vagón.

Y es que a veces no hay nada mejor que los caprichos del destino, que si alguien se ausenta de tu vida, ya volverá y sino pasará. Porque la vida es muy corta para preocuparse por personas que no demuestran merecerlo cuando hay muchos más deseando ese lugar.

A este nuevo año le pedí que lo bueno se conservara, sin saber que vendría mucho más y ahora quisiera incluir a muchos más. Aprender de cada error, alzar la cabeza y seguir adelante una vez más. Dar oportunidades a quienes las merezcan y aprender a negárselas a quienes no. Aprender a confiar nuevamente y así poder descubrir lo que el destino quiera deparar.

Al destino voy a dejar llegar.

@CorazónTintado